Mejora la productividad y el desempeño personal y de equipos.
El coaching favorece que quienes lo reciben, pongan lo mejor de sí en la empresa.
Desarrollo de las personas.
Desarrolla a los empleados mucho más que los cursos de capacitación pues brinda la posibilidad de comprometer a conciencia el desarrollo del talento para retenerlo en la empresa.
Rentabiliza la inversión en tiempo.
No existen pérdidas de tiempo ya que el aprendizaje se alcanza sin dejar las tareas habituales ni el lugar de trabajo.
Flexibilidad y adaptabilidad a los cambios.
Espíritu de cambio y de responsabilidad. La flexibilidad y la resiliencia constituyen una ventaja competitiva relevante.
Mejora relaciones interpersonales.
Permite tomar conciencia de la empatía y autoconocimiento.
Mejora la calidad de vida en el trabajo.
El respeto por los valores propios y de los demás crea mejores ambientes.
Fomenta la creatividad.
Fomenta la curiosidad positiva y el descubrimiento de alternativas. La actitud comprometida de bienestar posibilita el entusiasmo creativo.
Respuestas más eficaces en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo.
Cuando se valora a la persona, esta se compromete, toma responsabilidad, iniciativa, acción y riesgo ante lo inesperado.
El cliente descubre y decide su área de visión y mejora en asuntos como la dirección de equipos, manejo del tiempo, atención al cliente, desarrollo personal, comunicación efectiva, autoconfianza, reducción del estrés emocional, desarrollo de cultura de innovación, resolución creativa de conflictos, etc.